Fiestas

Atrás LA SIERRA DE LAS VIEJAS

Se celebra el jueves de la mitad de la Cuaresma. La víspera, los niños salían a pedir por las calles. con el fin de poder costear la merienda del jueves; les solían dar huevos, patatas y tocino. Se reunían todos en las escuelas de las chicas para posteriormente marchar a las arrolladas del monte, enfrente del pradillo del cura, donde se jugaba y merendaba todos juntos.

Los niños llevaban un gorro de militar y las niñas una pañoleta. Mientras llamaban a las puertas, cantaban:

"Angeles somos,
del cielo venimos,
cuchillitos de oro vemos relucir,
que pan y longaniza nos van a repartir"

Si la gente respondía bien a su petición decían:

"Esta casa es un palacio
la señora es una reina,
porque ha dado limosna
a los chicos de la escuela".

Si, por el contrario, no les daban nada, aporreaban las puertas a la par que cantaban:

"Esta casa es un palo
y el cerrojo de madera
porque no ha dado limosna
a los niños de la escuela".

En este mismo caso también podían cantar otra copla:

"Esta casa es una choza, la señora es una mierda,
porque no ha dado limosna a los niños de la escuela".

Con lo recogido, al día siguiente preparaban una merienda en la casa del maestro; los chicos se encargaban de llevar la leña.
Sobre el sitio donde luego tenía lugar la merienda, no se ponen de acuerdo: unos dicen que en "Las Arroyadas", que es donde se celebra actualmente; otros aseguran que se hacía en el "Soto de Arriba".
El verdadero sentido de esta celebración es confuso. Hay dos teorías principales:
  • Algunos creen que los pequeños, al hacer la colecta, llevaban una sierra y en las casas donde no les daban amenazaban con serrar la puerta, pero esto es muy dudoso;
  • Quizás la teoría más aceptada, sea la quema de una vieja como figuración de la Cuaresma:
    la vieja estéril no debe quitar la fecundidad a la primavera (la vieja es un árbol que se debía quemar y la hoguera es un rito de fecundación, pues se cree que la vida emana del fuego).
Esta celebración se realiza también en varios pueblos, aunque hay ciertas variaciones en las coplas que cantan los niños mientras van pidiendo, como por ejemplo en Anaya.